viernes, 1 de mayo de 2009

...mi vida es juego...


Planteándome el futuro , pensando en mis nuevos pasos me he dado cuenta de mi pasado...Comparo como una metáfora las zancadas de mi existencia vinculando mis amores con juegos de la infancia. Y es que la historia se repite...Lo siento pero me sucede como años atrás.
¿Habré olvidado a montar?
mis juegos en el amor han sido como montar en bici. Parece ridículo pero cada hombre no ha sido más que un pedaleo en mi vida.
Al principio todo era fácil y estaba segura, un triciclo de tres ruedas, no hay manera de caerse, de hacerse daño... Tampoco hay emoción:Montas cuando te apetece, no necesitas prácticamente ayuda...pero no es un juego de mayores y lo sabes, ansías algo más.
Pero...¿qué sientes cuando te quitan los ruedines? ¿Cuando te enfrentas a una bici grande, llena de marchas y piñones? Al principio tienes miedo... estás insegura y hasta incómoda. Comienzas lento, bailando de un lado para otro, haces eses y las manos te sudan.
Pero la sensación más plena es cuando todo fluye...el camino es suave,los pedales no cuestan y te invade un cosquilleo agradable cuando aumentas la velocidad. Sube la adrenalina cuando te enfrentas a caminos complicados, ríes, no puedes dejarlo...te caes.
Yo me he caído de mi bici. Y me he hecho mucho daño. No pude evitar mirarla como diciendo..."¿Por qué?...me has decepcionado".
Las heridas que me he hecho no las curan las tiritas de colores, necesito vendas de niña grande. Pero ahora que me he raspado, que he echado alcohol en la herida, lo que más me duele es afrontar que le he cogido miedo. No me atrevo a volverme a subir. Rehuyo de cualquier otra bicicleta porque estoy acojonada...¿Quién puede ayudarme a subirme de nuevo? ¿Quién tendrá la paciencia de volverme a enseñar?
Después de ese golpe no he vuelto a coger una bici. Tampoco en la vida real he vuelto a arriesgar... tengo miedo de ser feliz porque no puedo fiarme, ni de mi propia bici...

No hay comentarios:

Publicar un comentario